Cinco viajes que te harán enamorarte del continente europeo con Europcar

Europa es un mapa lleno de caminos que piden a gritos ser recorridos. Prepárate, ajusta el retrovisor y arranca, porque el viaje empieza aquí.

Los lagos italianos: el norte más romántico de Italia

Italia siempre es una buena idea, pero el norte tiene un encanto especial, sobre todo si te dejas llevar por la ruta de los lagos. Aquí, la carretera se abre paso entre montañas, pueblos de postal y aguas tan claras que parecen espejos.

tren atravesando países europeos

Empieza tu recorrido en el lago de Garda, el más grande del país. Sirmione, con su castillo medieval y sus termas, es una parada obligatoria. Pero si quieres sentir que estás dentro de un cuento, acércate al lago Tenno, conocido como “el lago azul” por el color de sus aguas. Rodeado de vegetación y piedras blancas, es el lugar perfecto para darse un chapuzón o simplemente desconectar.

Después, pon rumbo al lago de Como, donde la elegancia italiana se mezcla con la naturaleza alpina. Desde Varenna, puedes alquilar un barquito y recorrer el lago para admirar las villas y los jardines que lo rodean. Con un poco de suerte, verás alguna mansión famosa (sí, la de George Clooney está por ahí).

Termina el viaje en el lago Maggiore, salpicado de islas encantadoras.

bonito paisaje de Suiza

El norte de España: verde, salvaje y lleno de sabor

Olvídate por un momento de las playas del Mediterráneo. El norte de España ofrece una experiencia completamente distinta, donde los paisajes son más verdes, el clima más fresco y la comida… sencillamente espectacular.

Comienza en el País Vasco, donde el mar y la montaña se dan la mano. San Sebastián es un punto de partida ideal: pasea por la Playa de la Concha, sube al monte Igueldo para disfrutar de las vistas y, por supuesto, lánzate a una ruta de pintxos por el casco viejo. No te pierdas el Museo Guggenheim ni su paseo junto a la ría.

Desde allí, la carretera te llevará hasta Santander, elegante y marinera. Sus playas urbanas, como la del Sardinero, son ideales para relajarse, y su casco antiguo, lleno de historia, te invita a perderte entre calles.

Pero lo mejor del norte está también en el interior. Pueblos como Santillana del Mar o Comillas te mostrarán la esencia más auténtica de Cantabria. En Asturias, prueba una fabada o un culín de sidra mientras contemplas los Picos de Europa.

locomotora atravesando montañas europeas

Termina el viaje con una cerveza artesanal y una buena bratwurst: te lo habrás ganado.

De París a Niza: la ruta del arte, el vino y el sol

Pocas rutas concentran tanta belleza como esta. Empieza en París, la Ciudad de la Luz. Antes de partir, dedica un día a visitar la Torre Eiffel, el Louvre y a dar un paseo en barco por el Sena. Dedica unos días a disfrutar de este rincón lleno de calma antes de llegar al Mediterráneo.

En Marsella, el puerto vibra con vida y cultura. Pasea por el Vieux Port y contempla los yates que flotan bajo el sol. Finalmente, alcanza Niza, la perla de la Riviera Francesa. Su paseo marítimo, sus playas de aguas turquesa y su casco antiguo te harán querer quedarte más tiempo.

El Anillo de Kerry es uno de los tramos más famosos: lagos, colinas y pueblos que parecen detenidos en el tiempo.

Y si te gusta el cine, te encantará saber que parte de Star Wars: El último Jedi se rodó cerca de Donegal, el punto final del recorrido.

vistas de perfil de un tren iluminado

La libertad tiene forma de carretera

Da igual si solo tienes unos días o un mes entero: recorrer Europa en coche es una experiencia que cambia la forma en que ves el continente.

Ya sea bordeando lagos italianos, cruzando los Alpes, recorriendo la verde España del norte, atravesando Francia de norte a sur o siguiendo la costa salvaje de Irlanda, cada ruta es una historia esperando ser vivida.

Así que prepara tu lista de reproducción, carga la cámara y lánzate a la carretera. Porque en Europa, cada curva guarda una sorpresa, y cada viaje, una nueva forma de enamorarte del camino.

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