Robert de Niro, está listo de papeles

Lo dice sin decir la revista Premiere: Robert de Niro está acabado. Y lo ha dicho sin decirlo excluyéndole de su ránking de las 100 personas más influyentes de Hollywood. Los que entienden de la manivela opinan que De Niro ya no es nadie en esto del celuloide porque sólo se trata de un actor pluscuamperfecto que, además de ser un antipático y cochino perfecionista ejemplo claro del animal de los mil y un caretos, engulle periodistas, odia las entrevistas, se pega con los. fotógrafos, no sabe poner buena cara ante una pregunta estúpida, sólo se enamora de mujeres negras y no permite que nadie se meta en su vida fuera del escenario.


¿Qué se puede esperar de un tipo que se considera simplemente un profesional y estudioso de la interpretación en un mundo en el que hasta el más tonto se cree ingeniero de bolillos? Nada. Absolutamente nada. El no tiene nada que hacer frente a estrellas del historial y bagaje profesional de Kevin Costner (el séptimo en la lista de Premiere), Arnold Schwarzenegger (8), Tom Cruise (18), Mel Gibson (23), Robin Williams (35), Julia Roberts (39), Steven Seagal (50), Sharon Stone (54), Danny de Vito (57), Eddie Murphy (58), Sylvester Stallone (61), Warren Beatty (65), Bruce Willis (78), Billy Crystal (98) y Whitney Houston (100), por citar a algunos VIP's de bemoles. El no está a la altura del mundo que le ha tocado interpretar; es un trabajador del plató que no anda en esto de la tragicomedia sólo por dinero, que no usa buenos trajes, que no tiene una sonrisa profidén para todo aquel que se siente con derecho a mirarse en sus dientes y al que, por si fuera poco, no le gusta hablar y menos aún que le hablen. 

Es un caso perdido porque cae fatal a los críticos que ya le están señalando la puerta de salida y que han puesto a parir sus últimos trabajos porque sí, también porque hace obras de teatro por las que cobra unos pocos dólares sólo para mantenerse en forma y, finalmente, porque es tan borde que si alguien le pide un autógrafo es capaz de partirle la muñeca. A fin de cuentas quién narices es Robert de Niro. Qué ha hecho para que mire a todos por encima del hombro.

Estar considerado como el mejor actor de las últimas dos décadas no deja de ser una apreciación subjetiva; haber ganado un par de Oscar quizá es sólo cuestión de suerte; haber interpretado obras de arte como El Padrino II, Novecento, El cazador o Uno de los nuestros puede ser únicamente casualidad y no le tienen porque dar derecho a pasar a la Historia; provocar nudos en la garganta en Taxi driver, Toro salvaje, Cape fear o La misión a lo mejor no es tan meritorio; hablar de Los intocables de Elliot Ness, El rey de la comedia, New York, New York, El corazón del ángel o Despertares tampoco es para tirar cohetes. ¿Qué ha hecho este incalificable camaleón de la pantalla a lo largo de su trayectoria como para que se le tenga respeto? Yo creo que Robert de Niro está acabado. Y además es inaguantable como dice Saura aquí al lado.

Comentarios

  1. Está acabado como actor, es cierto tan cierto como que ha sido el mejor actor probablemente de los 80' y 90' y eso ya no se lo quita nadie.

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