Experimentos de coches en Italia

Automóvil: experimentación en Italia.

A partir de mañana, los que conducen en ciertos tramos de la carretera en Parma o Turín podrían encontrarse superando o, quizás, siendo superados por un automóvil conducido por un robot.

De hecho, el  Ministerio de Infraestructura y Transporte  ha publicado, en los últimos días, la primera autorización para la experimentación en carreteras públicas, limitada a algunos tramos de carreteras de Parma y Turín, de un automóvil que se conduce solo.

VisLab, un spin-off de la Universidad de Parma con casi diez años de experimentación en el campo de la conducción semiautónoma y autónoma, solicitó y obtuvo la autorización.

La autorización subordina el avance a la experimentación al hecho de que a bordo del vehículo hay un piloto en condiciones de intervenir para corregir cualquier posible error del robot y evitar cualquier riesgo de accidente.

Es, por supuesto, solo el día cero de un largo viaje lleno de obstáculos muy diferentes de los que el automóvil VisLab puede enfrentar (y tendrá que superar) sobre el asfalto.

De hecho, en los próximos años se tratará de definir las reglas que nos permitirán pasar de este tipo de experimentación a un contexto en el que los autos que se conducen por sí mismos se producirán y comercializarán en todas partes y que circularán en nuestras ciudades tal como ocurre hoy con los automóviles que sabemos.

Incluso si leíste  las declaraciones del CEO de Ford el mes pasado , ese día probablemente será menos cerca de lo que pensabas hasta ahora porque poner un robot al volante de un automóvil en nuestras carreteras y no en caminos llenos de sensores y diseñado para ser atravesado por máquinas sin humanos al volante, parece una empresa extraordinariamente complicada.

Pero ya sea mañana o pasado, los desafíos que esperan a aquellos que están llamados a gobernar esta transformación de época de nuestra sociedad son ciertamente más ambiciosos que los que esperan a los robots pilotos y sus diseñadores.

¿Quién será el responsable de los accidentes entre los coches impulsados ​​por robots? ¿Hasta qué punto los compradores de un auto-auto tendrán que estar informados acerca de la lógica que impulsa a los robots para conducir sus autos y, tal vez, saber si esos robots están programados para elegir salvar la vida de un peatón a costa de sacrificarse? ¿La del pasajero o viceversa? Quién tendrá que pagar la multa por exceso de velocidad, dado que si esa máquina se puso en el mercado con un algoritmo programado para exceder el límite de velocidad después de ser aprobada, tal vez la culpa sea un poco también para aquellos que autorizaron su comercialización sin esperar que el algoritmo haga suyas todas las reglas del código de carretera por defecto.

Es un camino por descubrir que, luego de la autorización del Ministerio de Transportes, también en Italia, los primeros autos automáticos están a punto de viajar.

Pero lo importante es comenzar a seguirlo, no a escapar de los desafíos del futuro, a buscar, de la mejor manera posible y, sobre todo, lo más consciente y reflexivo posible, a gobernar este desafío número uno que la tecnología representa para el regulador.