Mejorando el Mini

Sus medidas han crecido, pero hay que sentarse dentro– en particular en la parte posterior– para apreciar el cambio en forma de más espacio para las piernas, aunque no tanto en lo que se refiere a la altura del techo. 

En cualquier caso, en el Mini pueden viajar cuatro adultos de talla media sin agobios. Hay que señalar que la otra parte del crecimiento va a la parte delantera para cumplir con la normativa de protección de pasajeros y peatones.

El volumen del maletero es 51 litros superior al del modelo anterior. Dispone de un interesante sistema de fijación variable en piso del maletero. 

Los respaldos traseros se pueden abatir en dos partes para aumentar la capacidad de carga o para meter objetos largos. Lo que no ha mejorado mucho es la accesibilidad a las plazas traseras, que sigue siendo complicada.

Otro punto en el que la mejora es apreciable es en el confort de las suspensiones. Ha progresado mucho respecto a modelos precedentes, pero a la marca le queda todavía terreno por recorrer hasta que el coche pueda ser considerado confortable. Y eso que los asientos delanteros son muy buenos.

Todo eso se olvida cuando se llega a una carretera de montaña, donde la que su agilidad y la excelente respuesta de su motor hacen disfrutar a quien lo conduce, por poco que le gusten los coches. 

Porque el comportamiento es irreprochable, incluso sobre piso rugoso y ondulado. Sus irregularidades las sufren las espaldas de los ocupantes, pero el vehículo mantiene la trayectoria sin rebotes. Bien adaptada la dirección y muy eficaces los frenos.

La unidad probada montaba un cambio manual de seis velocidades, suave y preciso en su manejo y equipado de un sistema que asegura transiciones muy suaves.

El motor, excelente por su respuesta, tiene un funcionamiento sin vibraciones y no resulta ruidoso. Va equipado de un sistema automático de parada y arranque en las detenciones (Stop&Start) que no acaba de ser ni preciso, ni suave.

La presentación es mejor que antes. En el interior sus componentes parecen mejor encajados y el conjunto transmite mayor sensación de calidad.

El equipamiento es bueno, por otra parte, como corresponde a un automóvil que no es barato precisamente.


Se ha cuidado también la seguridad y hay disponible un sistema de frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones. Además, el capó es activo y se eleva automáticamente en caso de atropello.

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