El coche autónomo está aún muy lejos de Europa

Preguntada sobre la posible legalización de coches autónomos como el que ayer presentó Google, la directora de la DGT se mostró tajante: "no creo que en Europa veamos circular esos automóviles en los próximos años y creo que estoy siendo generosa en el comentario".

Las comunicaciones de Google sobre los coches autónomos han hecho correr mucha tinta, pero todo parece indicar que Maria Seguí tiene razón. 

El pasado miércoles, en una mesa redonda sobre el futuro de la industria europea, organizada por la Embajada de Alemania, el tema salió a discusión. Quedó claro que la tecnología existe, pero que estos coches carecen de una base legal que permita su circulación. 

Antti Peltomäki, director adjunto de la consejería de Empresa e Industria de la Comisión Europea, participante en la mesa redonda, admitió que no se han planteado ni siquiera comenzar a legislar al respecto a la espera de cómo se concretizan los proyectos de la industria y qué iniciativas toman los países miembros.

Google, que ha encargado a Roush Entreprises, una empresa con sede en Detroit, la construcción de las 100 unidades de pruebas del coche eléctrico que presentó el pasado martes (se había plantado colaborar sobre esta tecnología con un gran fabricante de automóviles), sabe que de momento estos vehículos sólo pueden circular por dos estados –afortunadamente vecinos– que con Nevada y California. Y sólo a efecto de pruebas.

El problema es el de la responsabilidad en caso de accidente. Al no haber conductor, nadie puede ser inculpado. Y los fabricantes rechazan que tal responsabilidad pueda recaer sobre ellos.

El coche de Google no es único. Toyota, General Motors, Nissan-Renault, Daimler, Volvo, es decir, casi todos los fabricantes están desarrollando vehículos de este tipo, apoyándose en fabricantes de componentes, como Bosch, que igualmente trabajan en sistemas que permitan el coche sin conductor. 

Sin embargo, estos fabricantes prefieren hablar del coche casi autónomo, en el que el volante y los pedales seguirían estando presentes, permitiendo al conductor imponerse sobre la máquina. 

En este caso, la responsabilidad si el accidente llegara a producirse, recaería sobre el conductor. Aunque lo cierto es que estos coches casi autónomos podrían funcionar sin conductor.

Para estos coches, los fabricantes sí se atreven a adelantar una fecha de aparición en el mercado. La ponen en el año 2020, pero siempre en esta variante en la que el conductor puede tener la última palabra, como en los aviones.

Dentro de 10 días, Volvo hará una demostración de su último desarrollo sobre coches autónomos.

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