Peugeot vuelve al Dakar

Hay marcas que llevan en sus genes marcado casi a fuego el carácter deportivo. Peugeot es una de ellas, pese a tratarse de uno de los grandes fabricantes generalistas.

Y ha estado presente con éxito en especialidades tan distintas como el Mundial de Rallyes –nueve títulos de constructores y pilotos–, Las 24 Horas de Le Mans –tres victorias– o el Campeonato del Mundo de Fórmula 1.

Asi que no sorprendió, pues se daba casi por hecho desde hace semanas, que aprovechase la reciente presentación del Dakar 2017 –que empezará y acabará en Buenos Aires, Argentina, del 4 al 17 de enero– para anunciar su regreso a la prueba, 25 años después de su última y exitosa participación.

Peugeot retoma de esta manera sus compromisos con la competición a alto nivel, después de anunciar a principios de 2012 la retirada de su programa de Resistencia a causa de la crisis mundial.

Desde entonces, lo más destacable ha sido precisamente otro remake: la reedición en 2013 del triunfo del finlandés Ari Vatanen en 1988 en la conocida subida en cuesta al Pikes Peak –Colorado (EEUU)–, sólo que ahora con el nueve veces campeón del Mundo de Rallyes, el francés Sébastien Loeb, a los mandos de un 208 Turbo 16 ‘Pikes Peak’ –nada que ver con el coche de serie– de 875 caballos.

En el Dakar, Peugeot retorna a una prueba que ganó cuando se disputaba en África. Lo hizo en cuatro ocasiones consecutivas entre 1987 y 1990, con Vatanen y su compatriota Juha Kankkunen, inicialmente con el 205 T16, luego con el 405 T16.

Para ello ha decidido contar con los servicios y experiencia del español Carlos Sainz, triunfador en 2009 con uno de los VW Touareg oficiales y quien, tras marcha de los alemanes, ha decidido cortar amarras para recalar en la parisina Avenue de la Grande Armée 75, sede de Peugeot y donde se presentó el proyecto Peugeot 2008 DKR. 

Aunque del coche sólo se enseñó un perfil iluminado donde se aprecia apenas el parabrisas.

Aguerrido contrincante de la marca francesa muchas veces a lo largo de su carrera, Sainz se ha dejado atrapar por ella en su empeño de reencontrarse con el triunfo en el raid más famoso de todo el mundo.

El madrileño no cree que ese cuarto de siglo de ausencia represente ningún inconveniente, aunque no quiso descubrir los secretos del vehículo que sigue construyéndose en la sede de Peugeot Sport y será presentado en el Salón de Pekín el próximo 20 de abril.

En todo caso, Sainz goza de experiencia tanto en vehículos de tracción total como con buggies de dos ruedas motrices, así que ese podría ser el camino tomado por la marca francesa pese a un recorrido del Dakar como el de 2015 donde parece querer penalizarse a esos vehículos más artesanales. 

La mayor relación peso-potencia, el control desde el habitáculo de la presión de neumáticos y una menor complicación mecánica con un timing más que ajustado que tiene la marca francesa para probar el 2008 DKR, apuntan a esa solución.

Su principal rival, el MINI ALL4 Racing utiliza un motor diésel de tres litros en posición central longitudinal que, a priori, parece la solución más racional para el conjunto de la prueba, pero el madrileño ya demostró en el Dakar 2014 que las diferencias entre ambas clases en las etapas de dunas son más abultadas que en las de velocidad pura.

Además de Sainz, Peugeot ha convencido al cinco veces ganador en motos del Dakar, Cyril Després, que sigue los pasos de moteros ilustres como Stephane Peterhansel, Hubert Auriol o Nani Roma. 

Pero la lista de pilotos que alineará la marca en 2015 no está ni mucho menos cerrada y se especula con el traspaso del piloto de MINI o incluso la presencia de Sébastien Loeb siempre que sus compromisos con Citroën en el WTCC se lo permitan.

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