El nuevo coche de NISSAN se fabricará en Barcelona

La adjudicación del nuevo vehículo de Nissan a la planta barcelonesa de la Zona Franca ha sentado como agua de mayo a una fábrica que ya se veía contra las cuerdas después de que la marca nipona amenazara con llevarse el nuevo coche a Francia. La nueva línea de producción trae consigo un capital de 130 millones de euros y supondrá la creación de 4.000 puestos de trabajo, 1.000 de ellos directos y el resto de la industria auxiliar.

Aunque la llegada a Barcelona de este nuevo compacto era un secreto a voces desde hace unos días, la negociación con los trabajadores ha sido más tortuosa de lo esperado. La condición sine qua non para que la firma nipona confiara en la planta de la Zona Franca era que sus trabajadores aceptaran un Plan de Competitividad para reducir costes de personal. La medida incluye la creación de una doble escala salarial, de manera que los nuevos contratados cobrarán un 20 % menos que la plantilla actual y permitirá evitar un Expediente de Regulación de Empleo que hubiera resultado fatal para la fábrica catalana.

Pero lo mejor es que Barcelona no sólo recupera el coche -con una inversión de 110 millones de euros y la creación de 1.000 empleos directos y otros 3.000 indirectos para poder construir 84.000 unidades al año- sino que añade más trabajo a una planta que se había especializado en el segmento de los 4x4, duramente castigado por la crisis. La fábrica barcelonesa se hace también con el encargo de producir 24.500 unidades anuales más de la pick-up One Tone, de las 60.000 que ya tiene encomendadas desde que se adjudicó el modelo en 2011.

Además, en la Zona Franca se va a realizar el ensamblaje de la caja de cambios del coche eléctrico Nissan Leaf y de la furgoneta eVN200, esta última, producida también en Barcelona. Para poder realizar esta tarea, se invertirán seis millones de euros para adecuar la instalación, lo que eleva a 130 millones el total del montante.

Pero lo verdaderamente importante del anuncio es que, por primera vez, el centro de producción de la Zona Franca fabricará un turismo que competirá en su gama con otros tan populares como el Seat León o el Volkswagen Golf. Por eso, ayer no había ningún responsable sin una media sonrisa en el abarrotado auditorio de la planta en la Zona Franca. Uno de los que sacó más pecho fue el propio presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien presumió de haberse implicado «muy personalmente» con el conflicto.

«A todos aquellos que se ofuscan un poco porque dicen que Cataluña sólo se ocupa de determinadas cosas -en clara referencia a la consulta y al proceso soberanista- quiero decir que nuestro gobierno ha destinado tantas horas a Nissan como a cualquier otra cosa. La política industrial es lo más importante que tenemos sobre la mesa y destinaremos todos los esfuerzos necesarios», sostuvo ayer durante la confirmación de que el nuevo modelo viajará a Barcelona.

Mas también aprovechó la ocasión para apuntarse un gol al ensalzar el papel de Barcelona como centro económico e industrial clave en el sur de Europa. «Cataluña es un país atractivo y fiable. Si no fuera así, una empresa tan grande como Nissan no hubiera invertido aquí», aseguró.

La fabricación de este nuevo vehículo compacto de la firma nipona para su distribución en Europa dará su pistoletazo de salida en julio del año que viene. Sin embargo, la maquinaria comenzará a engrasarse unos meses antes, cuando la empresa empiece el proceso de selección para contratar al millar de trabajadores directos que necesita la nueva línea de producción. Por su parte, los sindicatos valoraron muy positivamente el anuncio.

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